Ante las elecciones del 23 de julio, los permisos laborales para crianza vuelven a ser utilizados como reclamo electoral por los partidos y, en el mercadillo de las promesas, se anuncian ampliaciones (como las declaradas por Pedro Sánchez o Alberto N. Feijóo la semana pasada) o se toman medidas urgentes (como el nuevo “permiso parental” de 8 semanas no remunerado incluido en el decreto-ley aprobado ayer 27 de junio por el Consejo de Ministros) que no tienen en cuenta ni resuelven los problemas previos de la actual regulación y que son contrarias a la evidencia empírica respecto del diseño adecuado de los permisos para realmente extender el cuidado asegurando a la vez el empleo y la autonomía de las mujeres, y permitiendo la corresponsabilidad.
Frente al batiburrillo de iniciativas lanzadas aparentemente al buen tuntún, la PPiiNA plantea si los partidos se van a tomar verdaderamente en serio la urgente necesidad de asegurar cuidados de calidad a nuestros seres queridos. Para ello es esencial empezar por romper el círculo vicioso de la desigualdad en las tareas de cuidados entre hombres y mujeres desde el principio, en el momento clave de refuerzo de los roles de género, cuando se inicia la maternidad y paternidad. En ese sentido, interpelamos a todos los partidos para que respondan en campaña electoral a estas preguntas:
En la PPiiNA apostamos por un modelo de sociedad en el que hombres y mujeres trabajan y cuidan de forma similar. Esto solo será posible si las políticas familiares apoyan decididamente el reparto corresponsable de los cuidados entre hombres y mujeres. Cuidar es una capacidad humana y debemos aprovechar el capital cuidador de los hombres para mejorar el equilibrio de la vida laboral, familiar y personal para toda la ciudadanía.
La PPiiNA recuerda que, según muestran las investigaciones académicas, es crucial que todos los permisos para cuidados de la infancia sigan cinco criterios básicos para mejorar el cuidado, proteger el empleo femenino y permitir la corresponsabilidad de los padres:
1- Deben ser intransferibles para incentivar el uso por parte de los hombres.
2- Deben ser remunerados al 100%, para que nadie salga perjudicado por cuidar.
3- Deben centrarse en el primer año de vida de las criaturas para evitar la penalización por maternidad y asegurar el vínculo del padre con su criatura. Rechazamos un periodo de uso amplio, hasta los 8 años (¡esto no se pide en la Directiva Europea!).
4- Deben permitir e incentivar el cuidado autónomo del padre disminuyendo el uso simultáneo con la madre. Hay que eliminar las actuales trabas incluidas en el Real Decreto Ley 6/2019.
5- La inversión debe ser eficiente y coordinada con la educación infantil formal.