PPiiNA 21 diciembre 2023
Ante el anuncio de ampliación del permiso de nacimiento, y de remuneración de una parte del permiso parental, a lo largo de 2024, realizado ayer por el ministro de Asuntos Sociales, Pablo Bustinduy, la PPIINA denuncia que tales reformas dejan en el cajón la petición social de una largamente esperada pequeña modificación de ley actual que permita el uso no simultáneo entre progenitores de los permisos de nacimiento. Estamos en situación de máxima necesidad de apoyar el cuidado infantil desde el sector público y, sin embargo, se despilfarran los recursos en vez de optimizarlos. Con los recursos actuales usados en los permisos por nacimiento se podrían y se deberían cubrir 30 semanas de cuidado de los bebés en el hogar. La medida del gobierno sobre la ampliación del permiso por nacimiento en 4 semanas más, hasta llegar a las 20, sigue sin incluir la pequeña modificación de la ley actual en el sentido mencionado (uso no simultáneo) que viene pidiendo la sociedad civil liderada por la PPIINA. Un cambio tan simple como que, una vez que pasen las dos primeras semanas juntos tras el nacimiento, ambos progenitores se puedan turnar a voluntad para extender el cuidado de sus bebés en casa al máximo. Madres y padres ya tienen que hacer muchos malabares para cuidar, al no haber suficientes plazas de educación infantil de 0 a 3, por lo que no permitirles maximizar el uso de los existentes permisos para el cuidado es una penalización adicional sin sentido y un desperdicio.
Permitir que los progenitores se turnaran 14 de las 16 semanas es una medida sin ningún coste presupuestario que haría mucho más eficiente el uso de los escasos recursos públicos invertidos en bienestar infantil. Esta medida sería factible desde el mismo momento que el gobierno lo decidiera. Sin ningún coste adicional, la mayoría de los bebés de este país podrían estar cuidados 30 semanas en el hogar en cuanto se aprobara la modificación del actual diseño, por ejemplo, con un sencillo decreto-ley a partir del 1 de enero de 2024. Ampliar 4 semanas más de permiso de nacimiento costará 800 millones de euros. Con el diseño actual de los permisos, estos 800 millones de euros supondrán que la mayoría de los bebés estén cuidados en el hogar durante 20 semanas, en vez de las actuales 16, porque los progenitores seguirán viéndose forzados e incentivados a usar simultáneamente sus permisos. ¿Por qué pasar de 16 a 20 en lugar de a 38 semanas?
En ningún país se obliga a que los dos progenitores estén las 6 primeras semanas juntos, sino todo lo contrario. O bien se da total libertad, o como máximo se dedican dos semanas de uso simultáneo obligatorio. En los países nórdicos, con permisos mucho mayores que el permiso por nacimiento español y con políticas de igualdad de género y bienestar infantil implantadas desde hace mucho, o bien prohíben el uso simultáneo más allá de 3 o 4 semanas, o bien permiten que las parejas decidan cómo usarlo. En España, sin embargo, se obliga a estar seis semanas juntos y se ponen dificultades para usar las 10 semanas restantes por separado.
En conclusión: los bebés podrían estar cuidados en casa 30 semanas (o 38, con la anunciada ampliación), si el gobierno decidiera cambiar ligeramente el actual permiso por nacimiento, pero apuesta por mantener un diseño que lleva a que la mayoría de los bebés solo estén cuidados en el hogar 16 semanas (o potencialmente solo 20, con la anunciada ampliación). La sociedad civil está cansada de esperar e incita al gobierno a realizar de inmediato esta simple modificación, más allá de la ampliación a 20 semanas del permiso por nacimiento que le exige la Directiva Europea. Las madres y los padres (o ambos progenitores, si son del mismo sexo) quieren poder turnarse y extender el cuidado en el hogar sin penalización económica. Si no se modifica ligeramente el actual diseño a un modelo 2+18+18, serán las mujeres las que sigan sufriendo consecuencias negativas en el mercado laboral, los padres no tendrán la oportunidad de aprender y responsabilizarse del cuidado en solitario y se estará mermando el bienestar de los bebés.
Señoras y señores del gobierno, si quieren aportar a la igualdad de género, al bienestar infantil y al uso eficiente de los recursos públicos, es ya hora de que cambien el diseño de los permisos de nacimiento, sea en un inmediato RDL, sea en la ley de familias o en otro posible RDL durante el año.
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