El PP ha lanzado su apuesta porque las seis primeras semanas del permiso por nacimiento no sean forzosamente simultáneas para madres y padres. También señala que la prestación debe aumentar de 16 a 20 semanas y que se debe mantener la intransferibilidad de los permisos. Desde el proceso de discusión de la pasada reforma en 2019, en la PPiiNA hemos señalado la no simultaneidad como punto fundamental para que los padres participen de forma más igualitaria en el cuidado desde el inicio de la vida de sus hijos e hijas. Por ello consideramos un avance que la no simultaneidad pase a ser un asunto clave de la agenda política y que se discutan los detalles del diseño del permiso por nacimiento, que son los que causan los diferentes resultados e impactos en la esfera familiar y laboral. La PPiiNA celebra que se quiera dar más flexibilidad para que los padres puedan extender el cuidado en el hogar y convertirse en cuidadores principales. Además, aplaude que la postura del PP incorpore la intransferibilidad como elemento clave de los permisos. La PPiiNA celebra que en los anuncios por extender el permiso a 20 semanas se incluya el elemento del uso no simultáneo, puesto que permite aunar apoyos políticos para que la mayoría de bebés estén cuidados 40 semanas con permisos remunerados y no solamente 16, como actualmente le pasa a la mayoría de bebés.
Sin embargo, la PPiiNA llama la atención sobre la relevancia de que la propuesta del PP, y del resto de los grupos parlamentarios, deje claro que se apuesta por mantener la igualdad de los permisos entre padres y madres, la remuneración al 100% y, por supuesto, la intransferibilidad. Esperamos que este anuncio muestre una vía para el diálogo y acuerdo político sobre cómo impulsar la no simultaneidad en el uso de los permisos y esto son buenas noticias.
Tanto PSOE como Sumar, ya han señalado en numerosas ocasiones que el permiso por nacimiento debe extenderse a 20 semanas, por lo que con este anuncio debería posibilitarse un acuerdo en el Parlamente para ampliar el permiso por nacimiento a 20 semanas sin más dilación y con la posibilidad de turnarse al menos 18 semanas en el primer año. Se cumpliría asíla Directiva Europea de Conciliación y, además, los partidos mostrarían que son capaces de llegar a acuerdos sobre elementos clave para la población, que mejoran la conciliación y la igualdad de género.
En cualquier caso, pasar de la obligatoriedad de 6 semanas tras el parto a cero puede suponer un peligro para garantizar que los padres se ausenten del mercado laboral en el momento del nacimiento, momento de máxima urgencia familiar. La obligatoriedad de un derecho es una forma de protegerlo. Tener seis semanas obligatorias y dos tras el parto marcan un mensaje claro. Las madres tienen que coger dos semanas tras el parto, por lo que parece sensato que los padres tengan que seguir este mismo patrón, y luego se evalúe el cambio. La PPiiNA considera más conveniente que se garantice que los hombres puedan usar dos semanas tras el parto y el resto en los momentos de necesidad de cuidados durante el primer año.
Esperamos que este anuncio acelere la extensión y mejora del diseño, garantizando la igualdad, intransferibilidad, remuneración al 100%, posibilidad del uso no simultáneo y garantía de uso en el momento que cada progenitor tenga la necesidad de cuidado del bebé.